Hace algunos días tuve en mis manos un libro que narra la historia de un grupo de maestros que se reúnen para compartir y aprender de sus vivencias a través del tiempo, pudiendo encontrar herramientas prácticas para ser buenos maestros de educación cristiana.
Destaca un capítulo entero a la importancia de tomar un tiempo de preparación en oración para pedir la presencia del Señor en lo que se realiza día a día en las aulas.
"Lucy nos contó cuántas veces la oración la había sostenido y las oportunidades en que había tenido a un niño con una situación familiar difícil, y cómo se había sentido incapaz de ayudarlo. Nos confesó cómo la oración y la poderosa acción de Dios le habían dado las palabras oportunas para animar a ese pequeño. Nos dijo que en todos sus años como maestra siempre encontró en la oración una herramienta maravillosa de sostén, guía y respuestas divinas".
Hay una preparación que tiene que ver con uno mismo, que implica entregar todos los recursos que Él nos brinda para su enseñanza mediante la oración. Mucho se habla de la importancia de orar; sabemos que el Señor obra poderosamente al responder a nuestras oraciones. No nos tomamos el tiempo para parar y orar hasta que el Señor, por sí mismo o a través de nuestro prójimo, nos hace reflexionar.
Te invito a un tiempo de oración. Solo tú y el Señor, cuéntale lo que está en tu corazón. Exprésale tus temores, tus preocupaciones, tus angustias y tus anhelos. No lo hagas después, hazlo ahora. Unámonos al día de oración de ACSI, anunciemos la fidelidad del Señor en nuestras vidas.
https://www.acsi.org/day-of-prayer