Desde su más temprana infancia, a C.S. Lewis le encantaba oír y contar relatos. Persuadido de que los relatos pueden revelar la verdad acerca del mundo real de una manera singular, el profesor de literatura escribiría más de treinta libros de ciencia ficción, teología, crítica literaria y fantasía.
En un periodo marcado por dos guerras mundiales, Lewis abordó valientemente cuestiones acerca de la vida y la fe. Convencido de que la vida de Jesús es el relato auténtico y verdadero, y conocido por su búsqueda de la verdad con honestidad, claridad e imaginación, el hombre que un día fuera ateo se convertiría en uno de los cristianos más influyentes del siglo veinte.